Hay tiempo para todo, tiempo para reír, tiempo para
llorar... tiempo para obedecer a la razón y tiempo para venerar la locura que
subyace a las ideas.
Ir en contra de eso
es antinatura, es un crimen... forzarse a uno mismo a crear instantes de equilibrio
y de formas prefabricadas cuando todo tu interior sólo quiere explotar y crear
con sus entrañas ensangrentadas pinturas surrealistas carentes de sentido, es
difícil... es un trabajo arduo y cansador.
Es como pedirle a
un loco que se mantenga cuerdo mientras todo un mundo de alucinaciones se crea
a su rededor.
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