En la boutique de la vida hay ingredientes de todo tipo...
unos solubles, otros solventes... pero, de vez en cuando aparece alguno sin
clasificación, sin nombre ni identidad. Un ingrediente extranjero del tiempo,
que atrapado contra su voluntad se ve embotellado en un líquido amniótico a la
espera de ser mezclado en el caldo-mundis.
Sin escapatoria a
contra reloj comienza su metamorfosis... incuba en su mente a un ser nuevo...
se libera del cuerpo ya gastado y emigra a otro lugar, a la boutique de los
dementes... donde nada tiene peso ni sentido... donde el tiempo ya no es
tiempo, donde el sol no va a ningún lugar.
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